La muerte de Amal Hussain, de siete años, dejó entrever el verdadero drama por el que están atravesando miles de niños en medio de la guerra en Yemen desde hace cuatro años. Sus fotos dieron la vuelta al mundo. A menos de un mes, Ghazi Saleh representa el nuevo rostro del hambre.
El niño tiene 10 años y pesa ocho kilos. Está internado en el hospital Al-Mudhafar en Taez, pero su salud está en extremo peligro. Lo alimentan vía intravenosa, pero su cuerpo sigue muy débil, debido a que hace mucho tiempo no fue alimentado. Lucha por mantener los ojos abiertos y por seguir con vida.
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Al mismo tiempo, los médicos hacen todo lo posible para resguardar a niños recién nacidos y otros que también sufren malnutrición. Mientras tanto, siguen lamentando la muerte de algunos pequeños en los combates.
“Por cada niño muerto por bombas o disparos, docenas mueren de hambre y esto se puede prevenir completamente”, indicó la directora de la ONG Save The Children. Las cifras son realmente escalofriantes: cerca de 85 mil niños ya murieron por desnutrición.