La invasión rusa a Ucrania cumplió este miércoles 19 días consecutivos de un conflicto que parece no dar tregua y que tiene en vilo al mundo entero. La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas afirmó en las últimas horas que ya son más de 700 los civiles muertos y más de mil los heridos en territorio ucraniano.
Uno de los primeros ataques se registró el 25 de febrero, cuando las tropas de Vladimir Putin llegaron a la Isla de las Serpientes, un pequeño archipiélago en el mar Negro a 45 kilómetros de las costas de Rumanía y Ucrania, y con una superficie de tan solo 0,17 km².
En ese lugar, 13 guardias fronterizos se mantuvieron firmes ante la invasión y se negaron a rendirse. De allí surge la historia de una calcomanía que quedó grabada en la memoria del equipo de El Doce cuando llegó a suelo ucraniano, hace un par de días.
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Luchi Ybañez y Mauro Terenzio se encuentran en Rivne, pero antes estuvieron en Lviv. "A nosotros nos detienen militares, apenas llegamos a Lviv, y nos dan esta calco que nos hicieron colocar en el teléfono", comenzó relatando el periodista en Telenoche.
Y continuó: "Creímos que se trataba de una suerte de credencial para los periodistas". Sin embargo, tras llegar al hotel, descubrieron lo que realmente significaba este sello postal, con la historia oculta de aquel ataque a la Isla de las Serpientes, en lo que fue casi el comienzo del conflicto bélico.
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Lo que reza la calcomanía es una leyenda de guerra. Uno de esos 13 militares que murieron aguantando en el archipiélago gritó una frase hacia el barco ruso que se viralizó inmediatamente en todo el mundo.
"¡Buque de guerra ruso, váyanse a la mierda!", fueron las palabras del guardia fronterizo, que al final fue asesinado junto a sus compañeros. Esa es la frase que entregan en Ucrania a quienes llegan de otras partes del mundo, recordando el episodio en el Mar Negro.