Un hombre de Inglaterra vivió cuatro años horribles luego de hacerse una cirugía estética en 2019. Pete Broadhurst es jubilado y pasó ese tiempo sin poder cerrar los ojos.
El hombre de 80 años había querido modificar sus mejillas pero los médicos le extrajeron demasiado tejido de abajo de sus ojos y le impidió cerrarlos. Se operó varias veces más con el objetivo de revertir lo que había ocurrido pero no hubo caso.
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Durante el tiempo que permaneció así debió usar gotas para que los ojos no se le secaran y taparlos al dormir. La mala praxis le impidió manejar y distinguir con claridad lo que veía.
“Parecía como si me hubieran dado una paliza. Fue horrible y no podía cerrar los ojos”, expresó en ese entonces Broadhurst a The Mirror. Y aseguró que “el día después deseaba no haber ido”.
Los cuatro años que tuvo los ojos abiertos pasó por distintos hospitales donde los profesionales se negaron a atenderlo por temor a perjudicarlo aún más. Después de tanta espera, voló a Tailandia y se atendió con especialistas que lo operaron y le solucionaron su problema de salud.