Crece la conmoción en España por el crimen de Anna y Olivia, las pequeñas hermanas que fueron asesinadas. Todo apunta hacia su padre, quien se habría quitado la vida pero cuyo cuerpo aún no apareció: se sospecha que las drogó, las metió separadas en bolsas de basura y las tiró al mar para que mueran ahogadas.
Hasta el momento en el mar de Tenerife solo se encontró el cuerpo de Olivia, lo que permitió revelar distintos detalles. Las niñas fueron secuestradas por su padre el 27 de abril y en su casa encontraron varias pastillas que utilizó para doparlas.
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En medio del drama, el polémico cura español Fernando Báez Santana culpó a la madre por el desenlace fatal y hasta dijo que Tomás Gimeno también es una víctima.
En una homilía que transmitió por streaming y luego en comentarios que hizo en su cuenta de Facebook, el cura habló de una supuesta infidelidad como causa que motivó al crimen las niñas.
Tras sus palabras, Báez Santana fue repudiado por la población en general y también por el Obispado de Canarias, que en un comunicado informó “su rechazo tajante ante las indignas manifestaciones que en las últimas horas ha expresado el sacerdote D. Fernando Báez”.
La transmisión que generó escándalo y repudio en Tenerife.
El cura cargó contra Beatriz Zimmermann y, en una transmisión publicada en Canarias Semanal, dijo: “Esto que acaba de pasar en Tenerife, ese hombre que mata a las dos niñas y se mata él, no habría pasado si ese matrimonio hubiera sido fiel. Si no se hubiese roto el matrimonio esas niñas estarían vivas”.
En el mismo sentido, el sacerdote sumó otras escandalosas declaraciones: “Es la falta de fidelidad, por no seguir los caminos antiguos, porque antes el hombre aguantaba a las mujeres aunque se volvieran locas. Y las esposas aguantaban a los maridos aunque fueran unos borrachos sucios. Pero en la actualidad las parejas se dejan y claro, después vienen estas consecuencias”.
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Báez Santana también se refirió a Anna y Olivia como “dos angelitos que no tuvieron la culpa, sino que las quisieron cambiar de padre”.
Según fuentes de la investigación, Beatriz Zimmermann quería separarse de Tomás Gimeno, pero él no lo aceptaba.