La inflación en Estados Unidos se disparó en un 8,6%, la tasa más alta en los últimos 40 años. La escalada de precios de consumo se debió, en gran parte, al marcado encarecimiento de la energía, pero también, en menor medida, al alza de los valores de las viviendas y de los alimentos.
Además, el incremento mensual de los precios de consumo entre marzo y abril fue del 1%.
La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos informó la cifra, que significó el fin de la baja de abril, la primera en siete meses.
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Los precios de la gasolina, la electricidad y el gas aumentaron un 34,6% en los últimos 12 meses, empujados por la suba del valor del crudo, que subió un 106,7%. En relación al mes de abril, los precios de la energía aumentaron un 3,9%.
En cuanto a los alimentos, experimentaron un incremento del 10,1% en un año, mientras que los valores en el rubro vivienda experimentaron una suba anual del 5,5%, y uno mensual del 0,6%.
Otra de las causas de este aumento de precios es, en parte, la robustez del mercado laboral estadounidense, ya que el sector empresarial se ha visto obligado a elevar salarios para sumar trabajadores. Esto produce un incremento del poder adquisitivo de los consumidores, lo que hace que suban los precios de los alimentos, la energía y los alquileres, entre otros.
