El Estado Islámico no deja de ser noticia por sus asesinatos macabros. Esta vez, no le tocó a ningún opositor, sino a 10 personas que integraban el grupo terrorista.
Los combatientes fueron arrestados y condenados por “alta traición” a los yihadistas, luego de que abandonaron su puesto en el frente de batalla contra los kurdos peshmerga.
ISIS decidió decapitarlos en una plaza pública frente a cientos de miembros del grupo terrorista, en el norte de la ciudad iraquí de Mosul. Según fuentes del distrito Baaj, los ejecutados eran militantes sirios y yihadistas occidentales.
La advertencia tenía el objetivo de dar a conocer que los combatientes del propio Estado Islámico deben obedecer las órdenes.