El video dio la vuelta al mundo hace unos pocos días. En el mismo, se podía ver a un padre junto a su hija jugando durante los bombardeos en Siria. El hombre le hacía creer a la nena que todo era un juego para que no sufriera.
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Semanas después, los protagonistas de esa grabación, la pequeña Salwa de 4 años y su padre Abdullah Mohamed, de 32, se encuentran a salvo de la guerra con el resto de la familia. Gracias al video viral, lograron llegar a Turquía en calidad de refugiados.
La filmación había sido publicada por Mehmet Algan, amigo de Mohamed, en Twitter y él fue quien los ayudó a contactarse con el gobierno turco. Salwa y su familia cruzaron por el paso de Cilvegozu y entraron al municipio de Reyhanli.
"Aquí (en Turquía) no hay ruidos de aviones (de guerra) ni de bombas. Solo el trino de los pájaros. Quiero que viva con los demás niños y estudie", dijo el padre, quien agradeció al presidente y al ministro del Interior de Turquía.