Los pobladores más desprotegidos son los refugiados. En algunas fronteras, niños y mujeres esperan asilo, soportando temperaturas de 30 grados bajo cero. Sólo se cubren con mantas y muchos sobreviven debajo de precarias tiendas de campaña, informó Médicos sin Fronteras.
La ola de hielo impactó en lugares donde habitualmente el invierno es más cálido. En las islas griegas del Mediterraneo también nevó y los habitantes no están preparados para las bajas temperaturas.
Los transportes terrestres, marítimos y aéreos también se vieron afectados. En muchas estaciones, los servicios están paralizados a la espera de una mejora del tiempo.
El número más alto de víctimas fatales se dio en Polonia, donde la temperatura no se mueve de los 25 grados bajo cero en promedio.