En 1978, la escuela residencial India Kamloops fue cerrada en la Columbia Británica, Canadá. Como otras instituciones similares, había sido inaugurado para "asimilar" forzosamente a indígenas y, durante los siglos XIX y XX, las financiaba el propio estado.
Kamloops era el colegio más grande del país del norte y llegó a recibir a 500 jóvenes estudiantes hacia 1950. Con firmes sospechas de los horrores que pudieron ocurrir puertas adentro, comenzó una investigación que en los últimos días reveló lo peor: en una fosa común, hallaron los restos de 215 niños y niñas.
Ahora, los forenses trabajan para conocer la causa de las muertes y la fecha.
+ MIRÁ MÁS: “Se picó”: en plena cuarentena, otra fiesta clandestina
El caso tuvo repercusión nacional y hasta el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, lo lamentó en Twitter. "Me rompe el corazón. Es un triste recuerdo de este oscuro y lamentable capítulo de nuestra historia", publicó.
En la misma línea se expresó la ministra de Relaciones Indígenas, Carolyn Bennett. Dijo que los internados eran una herramienta de una “vergonzosa política colonial" y rindió "homenaje a estas almas inocentes perdidas”.
Por su parte, la jefa de la comunidad de Kamloops, Rosanne Casimir, habló con la BBC de Londres y afirmó que algunos de los niños tenían cortísima edad. “Hasta donde sabemos, las de estos niños perdidos son muertes indocumentadas. Algunos tenían solo tres años”, marcó.
En junio, añadió Casimir, estarán los resultados preliminares de la investigación. En total, se calcula que entre 1863 y 1998 fueron "capturados" unos 150 mil indígenas menores de edad para internarlos en estas instituciones, en donde sufrían extrema soledad y segregación y se les prohibía ver a sus familiares y practicar sus costumbres y cultura.