Zion Harvey tiene 8 años. Un equipo médico de 40 personas le realizó un trasplante de manos en el hospital infantil de Filadelfia.
Al poco tiempo de haber nacido, el pequeño contrajo una enfermedad que le provocó múltiples fallas de órganos y tuvieron que amputarle las manos y los pies.
A los 4 años, necesitó un trasplante de riñones y recibió el órgano de su madre. Además, le colocaron prótesis en las piernas que le permitieron poder caminar.
Pero lo más sorprendente es que aprendió a utilizar sus antebrazos para comer, escribir y jugar a los videojuegos.
Los médicos utilizaron placas de acero y tornillos para unir los huesos viejos y nuevos. Los cirujanos reconectaron sus arterias, venas, músculos, tendones y nervios.
El niño mostró sus nuevas manos junto al equipo médico. "Se sintió raro al principio, pero luego bien", dijo el pequeño. Luego, agradeció a su familia y a los profesionales por ayudarlo.
"Lo más importante es que se despertó sonriendo", dijo el doctor L. Scott Levin, director del programa de trasplante de manos.
Funcionarios del hospital en Filadelfia señalaron que creen que Zion es la persona más joven en someterse a un trasplante de manos. Habitualmente, el procedimiento se realiza en adultos.