Después de 13 años Luiz Inácio Lula da Silva volvió a asumir al frente del poder Ejecutivo de Brasil. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) juró como presidente este domingo.
Cabe recordar que el dirigente se impuso ante el presidente saliente, Jair Bolsonaro, en el ballotage que se celebró a fines de octubre. Los comicios cerraron con una estrecha diferencia: el entonces opositor ganó con el 50,82 por ciento de los votos (frente al 49,18 por ciento).
En su discurso en el Congreso Lula aseveró: “Si estamos aquí hoy es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña y el frente democrático que formamos a lo largo de esta campaña”.
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Además, volvió a apuntar contra Bolsonaro al sostener que el traspaso del poder representa la superación de “las más violentas amenazas, la más abyecta campaña de mentiras y odio tramada para manipular al electorado brasileño”.
También acusó al líder de derecha de perpetrar un genocidio durante la pandemia de coronavirus. Dijo que el líder del Partido Liberal llevó adelante una política de “negacionismo” y “oscurantismo” durante la emergencia sanitaria. “Vamos a recomponer el presupuesto de salud y de educación”, aseguró.
Al mismo tiempo, prometió renovar de manera inmediata el plan social Bolsa Familia al afirmar que “no sería justo pedir paciencia a la gente con hambre”. También dijo que esta edición será “más fuerte y más justa. Nuestras primeras acciones apuntan a rescatar del hambre a 33 millones de personas y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños y brasileños”.
Comitiva argentina
Del acto participaron 17 presidentes y jefes de Gobierno. Entre ellos estuvo Alberto Fernández, quien partió rumbo a Brasilia este domingo a las 9.
Lo acompañaron el embajador en la nación carioca, Daniel Scioli, el canciller Santiago Cafiero y la vocera Gabriela Cerruti. Según lo previsto, Fernández se reunirá con Lula este lunes.