La muerte de Iara Reynoso (30) en Brasil por ahora es un misterio. La joven oriunda de Mar del Plata fue hallada sin vida por dos amigos sobre su cama y con sangre en la boca. Aún se desconoce si se trató de un caso de intoxicación o de un asesinato.
En medio de la conmoción, sus amigos y seres queridos recordaron a la víctima como una persona "siempre sonriente". Las redes sociales se colmaron de mensajes de despedida.
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Reynoso era amante de los caballos y practicaba polo desde hace muchos años. "Viajé a Tailandia para trabajar y tuve las mejores experiencias en mi vida. Vivía y dormía con caballos. Después volví y empecé a viajar para todos lados. Pude montar cientos de caballos distintos y eso me hizo aprender muchísimo", contó en una entrevista radial a un medio local en 2017.
En grupos de Facebook que compartían la noticia los comentarios la recordaban con muchísima tristeza. "Descansá en paz, Pitu querida. Una enorme sonrisa se apaga en el polo. Siempre te vamos a recordar con tu enorme sonrisa", publicó el sitio especializado Prensa Polo.
Por el momento se desconoce la causa de la muerte de la joven. Según pudo saber Clarín, la marplantense se había mudado en abril de este año a Pipa, una pequeña localidad pegada al mar, en el norte de Brasil. Ahí vivía con una amiga.
Su llegada al país vecino tenía un objetivo claro: arrancar una vida nueva y reencontrase consigo misma. Buscó dejar atrás un difícil pasado envuelto en problemas con sus padres. Incluso, de acuerdo al medio antes citado, los había denunciado en 2021.
“A lo largo de mis 30 años de edad viví toda clase de violencia que se pueda conocer, desde abuso sexual por parte de un familiar, como también violencia física, psicológica, laboral, económica y de género por parte de mis padres”, fue uno de los posteos que realizó Iara en Facebook en el pasado mes de julio.
La joven además relató décadas de maltrato, que incluyeron explotación laboral, violencia física, psicológica, de género y económica. Incluso menciona una situación de abuso que habría sufrido en su infancia, cuando tenía 6 años.
"Desde los 12 años de edad en adelante, fui explotada, trabajé para mis padres en las calles, semáforos, oficinas, etc. Hasta qué decidí abrirme de ese entorno de ambición; más allá de la condición económica que atravesábamos hace 20 años atrás, era obligada a trabajar y luego darle lo recaudado a mi padre, caso contrario sufría violencia física y psicológica", agregó en la red social.
Aquellas denuncias y el alejamiento de Mar del Plata hicieron que la chica cortara vínculos con su familia y amigos. Tras conocerse la triste noticia, su papá y dos hermanos viajaron a Brasil para encargarse de las gestiones de sus restos.