La Congregación Marista de Chile está bajo la mira de la Justicia y la sociedad de Chile. Entre 1970 y 2008, fueron más de 15 los religiosos denunciados por distintos abusos sexuales y las víctimas que se animaron a hablar son alrededor de 50.
En Santiago, Fabiana Dal Prá entrevistó a Jaime Concha, uno de los primeros que se animó a denunciar su caso. "A mí me asesinaron. Me asesinaron el alma, me enterraron. Y a pesar de eso resucité y estoy dando frutos de Justicia, no voy a parar", advirtió en el inicio del diálogo.
"Me abusaron en una sala de clase, a la salida de clases, en la capilla del colegio, en una sala de música, en los camarines del gimnasio, en una carpa, en un campamento scout".
"Yo estaba en un colegio marista. Me abusaron tres hermanos maristas y tres sacerdotes en reiteradas ocasiones, desde 1973 a 1979", dijo el denunciante en Noticiero Doce, y remarcó que aún hoy se siguen cometiendo delitos sexuales: "El abuso no se da en forma aislada, se da en una institución. Mi abusador me sacaba de la sala de clases y me llevaba a un lugar adonde nunca había nadie, me devolvía a clases y nadie preguntaba nada".
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Concha enumeró los lugares en donde sufrió lo que hoy llevó a la Justicia: "Me abusaron en una sala de clase, a la salida de clases, en la capilla del colegio, en una sala de música, en los camarines del gimnasio, en una carpa, en un campamento scout. Lugares para que un niño disfrute la vida, no para que le asesinen la infancia".
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Gran escala
El denunciante contó que ya no se considera católico, ya que la Iglesia "protege a los abusadores" que aún hoy están en las calles. "Se viene un verdadero tsunami de denuncias, de monjas, religiosas, jóvenes, niños abusados en todo el país, que demuestra que no son pecados aislados, sino crímenes sistemáticos de lesa humanidad. El caso marista se va a convertir en el caso más grande de la Iglesia chilena y latinoamericana", anticipó.