En noviembre de 2022, una brutal golpiza terminó con la vida de una nena de solo 3 años. La agresora fue su propia madre, quien la castigó a palazos de escoba porque se le había caído un frasco con azúcar.
El caso generó horror en la ciudad ecuatoriana de Riobamba. En las últimas horas, la Justicia condenó a la mujer a 11 años y cuatro meses de cárcel por ser autora del feroz homicidio.
Aquel 21 de noviembre, la niña llamada Daniela jugaba con un frasco de azúcar cuando el contenido se derramó. Su madre, desencajada de bronca, agarró el palo de escoba y le pegó sin parar. La menor de edad murió de forma inmediata por las lesiones.
La autopsia al cuerpo de la víctima confirmó que “se trató de una muerte violenta por hemorragias y heridas a causa de golpes. El informe evidenció la presencia de varios hematomas y rasguños, por agresiones anteriores”.
Adriana, la agresora, llevó a su hija a un hospital y dijo que se había atragantado. Los moretones y una escoba partida al medio fueron pruebas claves contra la mujer.
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La Justicia demostró la responsabilidad de la procesada en el delito de homicidio con circunstancias agravantes: cometer el delito con alevosía y fraude y en contra de niños, niñas y adolescentes.
Incluso los peritos lograron confirmar que las golpizas de la mujer contra su hija eran de larga data. Finalmente recibió una pena de más de 11 años de prisión.