El local de comida rápida, McDonald's, estará ubicado en un palacio real, con fachada de travertino, a pocos metros de la columnata de Bernini y mucho más cerca de la puerta de Santa Ana, una de las entradas a la Ciudad del Vaticano.
La decisión produjo un cruce entre algunos cardenales que están en contra de la instalación del comercio y hasta se han dirigido mediante una carta al Papa Francisco con la intención de que el supremo pontífice intervenga en esta decisión.
"Es una decisión controvertida, perversa por decir lo menos"
El cardenal Elio Sgreccia, el ex obispo de Zama Menor, fue quien escribió el comunicado de protesta dirigido al Papa y dijo: "Es una decisión controvertida, perversa por decir lo menos, no del todo respetuosa de las tradiciones arquitectónicas y urbanas de la plaza”
La Iglesia Católica podría recibir al menos 30.000 euros al mes si le permiten a la empresa estadounidense utilizar una parte del edificio que se encuentra junto a la basílica de San Pedro en Roma.
A su reclamo suman que un McDonald’s con apertura las 24 horas amenazaría la tranquilidad de los inquilinos. "Es una decisión empresarial que, por otra parte, hace caso omiso de las tradiciones culinarias del restaurante romano", señaló el monseñor Elio Sgreccia, asegurando que la comida que se ofrece en ese local es “dañina”. Pero hay otros cardenales que están a favor y dicen que es legalmente válida y reconocen que no le encuentra "nada negativo" al asunto.