La familia Bruynius disfrutaba de sus vacaciones en Fistral Beach, Cornwall, sudoeste de Inglaterra, cuando fueron sorprendidos por una terrible escena que los marcó para siempre.
Rudy y Lisinda estaban junto a su hija de dos años McKayla en una roca cuando una ola de cuatro metros los barrió súbitamente. El padre intentó rescatar a su pequeña, pero la marea se lo llevó y murió ahogado. La madre logró salir ilesa de la terrible escena.
Sin embargo, McKayla luchó por sobrevivir pero falleció tras permanecer en estado crítico varios días en el hospital. Helicópteros de rescate y la policía intentaron salvar la vida de los tres. Los otros dos hijos pudieron mantenerse en pie en las rocas.
“Rudy era amoroso, cuidadoso y de gran ayuda como esposo, padre y amigo. Tenía un gran sentido del humor y era una persona activa. Siempre ponía a las otras personas primero. McKayla era una abeja inquieta, siempre feliz. No puedo creer lo que ha sucedido. Estoy impactada por lo rápido que cambió la condición del mar la jornada en que estábamos disfrutando del día en familia”, expresó la mamá.