Alrededor de las siete de la mañana, horas antes de que comenzara el Mundial femenino de fútbol en Nueva Zelanda y Australia, ocurrió una tragedia. En Auckland un hombre disparó un arma de fuego contra varias personas.
El episodio tuvo lugar en el distrito financiero, dentro de un edifico lleno de obreros que estaban trabajando en una remodelación. Según New Zeland Herald murieron tres personas y seis resultaron heridas.
El tirador de 24 años, quien usó una escopeta, estaba bajo arresto domiciliario por violencia doméstica y tenía un brazalete electrónico de monitoreo. Pero tenía permiso para trabajar en el lugar de construcción.
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Un jefe de Policía expresó al mismo medio que el personal de seguridad siguió al atacante hasta el hueco de un ascensor y cuando intentaron interactuar, él disparó de nuevo. "Fue encontrado muerto poco tiempo después", sentenció el oficial.
La investigación preliminar señaló que el tirador no tendría ninguna motivación política o ideológica identificada, por lo cual la tragedia no representaría un riesgo para la seguridad nacional.
El primer ministro Chris Hipkins sentenció: "Claramente, con el inicio del Mundial hay muchos ojos en Auckland. El Gobierno ha hablado con los organizadores de la Fifa y el torneo continuará según lo previsto".
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Debut positivo
A las 19 (hora local) la Selección de Nueva Zelanda jugó ante Noruega el partido inaugural del toreno más importante del mundo. Antes del pitazo inicial el estadio hizo un minuto de silencio en honor a las víctimas.
Las nórdicas son unas de las preferidas para ganar el título, pero las anfitrionas vencieron con un histórico 1-0 y dieron el batacazo. Por su lado las chicas de Australia, la otra sede del torneo, se impusieron 1-0 ante Irlanda.