Un hombre de 49 años, perteneciente a un culto antivacunas, fue encontrado muerto junto a su hijo de 9. Los investigadores aseguran que el señor asesinó al pequeño y luego se quitó la vida. El hecho ocurrió en la calle 3800 de Scott Street en el distrito Marina, de San Francisco, Estados Unidos.
Stephen O'Loughlin y su hijo, Pierce, fueron hallados sin vida con heridas de bala. El progenitor estaba en una batalla legal con la madre del niño, Lesley Hu, por su atención médica, incluidas las vacunas.
La policía llegó al lugar luego de que la mujer de 41 años denunciara una irregularidad en la rutina del pequeño, quien no se había presentado en su escuela católica, Convent & Stuart Hall.
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Ambos progenitores tenían una disputa legal por la tenencia y por el cuidado de la salud de Pierce. El hombre se unió a un grupo de "autoayuda de la nueva era" en el 2012.
A medida que fue pasando el tiempo se involucró más, aportando dinero a la causa y convirtiéndose en una persona cada vez más paranoica del sistema, indicaron los abogados de la mujer a la Justicia.
A su turno, la defensa de O'Loughlin argumentó: "Este no se trata solo de un padre ‘anti vacunas’ que busca evitar que su hijo sea vacunado. Para el niño promedio, la relación riesgo-beneficio de las vacunas está a favor de las vacunas. Sin embargo, para un determinado subconjunto de la sociedad, ese no es el caso. Pierce es una de esas personas".
Sin embargo, hace unos días había llegado el dictamen judicial de que el pequeño debía ser vacunado.
La visión de la abogada de la madre
Lorie Nachlis, abogada de la madre de Pierce detalló: "Sí, los padres no estuvieron de acuerdo con las vacunas, pero no estuvieron de acuerdo con otros temas que afectan el bienestar del niño. De hecho, no estaban de acuerdo sobre si Pierce era un niño sano o un niño enfermo. ¿Su nariz tapada era producto de alergias o algo más grande? Pierce no fue asesinado por un desacuerdo sobre la congestión nasal y no fue asesinado por un desacuerdo con respecto a las vacunas. Lo mataron por razones mucho más complejas".
Luego, en declaraciones a Kron4, la letrada sentenció: "Esto va mucho más allá que lo de ser antivacuna. Él sintió que estaba perdiendo el control. Castigó a Leslie con el último acto de violencia, matando a su hijo, para que ella sufriera por el resto de su vida".