Un suicida hizo explotar bombas que portaba en el parque Gulshan Igbal, en la ciudad de Lahore, al este de Pakistán. En el lugar de la explosión había muchas familias. Hasta el momento, 63 personas murieron y hay 290 heridos.
El grupo talibán Jamaat ul Ahrar se adjudicó el ataque terrorista contra cristianos que celebraban la Pascua. El vocero de la organización islamista informó que el atentado, bajo el nombre de “Saut-ul-Raad” (la voz del trueno), es uno de los tantos que habrá a lo largo del 2016.
En este momento, declararon estado de emergencia en todos los hospitales de la ciudad y anunciaron tres días de luto oficial.
Por su parte, el Gobierno Nacional repudió el atentado y envió sus condolencias a Pakistán. La Cancillería emitió un comunicado a través de Twitter, reafirmando su voluntad de profundizar la lucha contra el terrorismo.