Francisco pidió en su discurso incorporar en las oraciones de Semana Santa a "las víctimas del aborto", a quienes calificó como "corderos sacrificados", en conjunto con las víctimas de las dictaduras y las guerras.
"Llevaremos en la mente y en el corazón los sufrimientos de los enfermos, los pobres, los descartados de este mundo; recordaremos a los 'corderos sacrificados', víctimas inocentes de guerras, dictaduras, violencia cotidiana, abortos", apuntó el Papa.
"Delante de la imagen del Dios crucificado traeremos, en oración, los muchos, demasiados crucifijos de hoy, que solo de Él pueden recibir el consuelo y la sensación de su sufrimiento", agregó el pontífice.
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En cuanto a la situación en Italia, en medio de las estrictas restricciones que rigen en el lugar, Francisco por segundo año consecutivo celebrará el tradicional Via Crucis de viernes en la Plaza de San Pedro y no en el Coliseo Romano, como era habitual. A su vez, las celebraciones en la Basílica de San Pedro durante el resto de la jornada de la Semana Santa se harán también sin público, en cumplimiento de lo llamado "zona roja" efectuada en toda Italia desde el 3 al 5 de abril.