Miles de personas desafiaron la prohibición de manifestarse y salieron a la calle tomados de la mano a lo largo del boulevar Voltaire, a un día del arranque de la Cumbre por el Cambio Climático.
La marcha comenzó como una cadena humana reivindicativa, con el objetivo de exigir medidas que impidan transformaciones irreversibles en las acciones de los responsables políticos para contener la subida de las temperaturas.
Los activistas gritaron “Estado de emergencia, Estado policial. No nos quitarán el derecho de manifestar”, al mismo tiempo que lanzaban proyectiles contra los agentes policiales, que dispersaron con gases lacrimógenos a las personas que estaban en la plaza.
Las manifestaciones en apoyo a la lucha contra el cambio climático fueron prohibidas por motivos de seguridad tras los atentados del 13 de noviembre, por los que murieron más de 130 personas. Este fue el motivo por el que una ONG convocó a realizar una marcha simbólica con unos 10 mil zapatos donados, entre ellos los del pontífice argentino.