Los reiterados ataques de Commander, el perro de Joe Biden, provocaron un dolor de cabeza en el personal de la Casa Blanca. En los últimos se conoció que al menos 11 agentes del Servicio Secreto fueron mordidos por el animal.
Ante la preocupación por estos episodios, el Gobierno de Estados Unidos decidió expulsar al animal de la residencia, según informó Elizabeth Alexander, vocera de la primera dama Jill Biden.
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"Commander no se encuentra actualmente en el campus de la Casa Blanca mientras se evalúan los próximos pasos", declaró la portavoz en una breve comunicación.
Alexander además recalcó que "el presidente y la primera dama se preocupan profundamente por la seguridad de quienes trabajan en la Casa Blanca y de quienes los protegen todos los días".
"Siguen agradecidos por la paciencia y el apoyo del Servicio Secreto de Estados Unidos y de todos los involucrados, mientras continúan trabajando para encontrar soluciones", dijo ante la preocupación por los ataques del perro.
Commander fue visto por última vez el sábado pasado en uno de los balcones superiores de la Casa Blanca, según indicó Clarín. Desde entonces el paradero del animal es incierto.