Mientras el presidente Nicolás Maduro continúa tomando medidas extremas y culpando a un supuesto golpe de la oposición, la economía venezolana sigue derrumbándose. Ahora, es la mismísima Coca Cola la que se está quedando sin azúcar en la planta que emplea a 7 mil personas.
El conflicto nació en las centrales azucareras que producen el azúcar refinado. La paralización de sus actividades generó el desabastecimiento a la planta. "Continuaremos produciendo hasta que se agote el inventario de azúcar refinado industrial en existencia", comunicó la empresa.
"De no reponerse este inventario a la brevedad, se generarán interrupciones temporales en la producción del portafolio de bebidas con azúcar", advirtió. Sin embargo, Coca Cola aclaró que no se marchará de Venezuela.
"Estamos adelantando acciones específicas que nos permitan afrontar esta coyuntura coordinadamente con proveedores, autoridades competentes y nuestros trabajadores", cerró el comunicado oficial, deslizando una crítica hacia Maduro.