*Este artículo fue producido con el apoyo del programa de Periodismo y Justicia Climática de Climate Tracker para la COP28.
Por primera vez en una cumbre de cambio climático de Naciones Unidas los países acordaron hacer una transición dejando atrás los combustibles fósiles de manera justa, ordenada y equitativa. Un paso importante, dado que las emisiones provenientes de la explotación de gas, petróleo y carbón son las principales responsables del calentamiento global.
Si bien se trata de un hecho histórico tras 28 años de negociaciones, al texto le faltan definiciones sobre cómo se haría esa transición.
Uno de los temas centrales a negociar en esta COP era el Balance Global. Este documento debía informar qué avances se habían alcanzado hasta el momento desde el Acuerdo de París de 2015. Y además debía servir de recomendación para los próximos compromisos climáticos de los países. En ese contexto había expectativa por saber cómo aparecerían los combustibles fósiles.
El camino para acordar un Balance Global no fue fácil. Uno de los textos propuestos por los países presentado el 8 de diciembre incluía cuatro opciones para abordar el tema del gas, el petróleo y el carbón. Todas ellas hablaban de “eliminar progresivamente” los combustibles fósiles, aunque con diferentes especificaciones.
Luego, el 11 de diciembre la presidencia de la COP redactó el primer borrador del acuerdo y no incluyó ninguna de estas opciones previas. El texto se conoció cerca de las 17 horas -del supuesto penúltimo día de la cumbre- y generó mayormente reacciones negativas. “El mensaje es simple: hay que eliminar todos los combustibles fósiles. Le tenemos que encontrar la vuelta para que se haga de manera justa, financiada y como corresponde”, había señalado entonces Enrique Maurtua Konstantinidis, asesor senior en política climática.
Tras horas de negociaciones y después de las reacciones negativas, finalmente el 13 de diciembre la presidencia presentó un nuevo texto del Balance Global que terminó siendo el definitivo. Allí tampoco se habló de “eliminar progresivamente” los combustibles fósiles aunque sí representó un avance al mencionarlos por primera vez en la historia de las COPs.
El documento final del Balance Global llama a los países a contribuir a: hacer una transición dejando atrás a los combustibles fósiles en los sistemas de energía para 2050, triplicar las energías renovables para 2030 y eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles. Sin embargo, el texto también reconoce que “combustibles de transición” como el gas pueden jugar un papel en este proceso de transformación.
Este texto adquiere quizás más relevancia si se tiene en cuenta que la cumbre de cambio climático fue en Emiratos Árabes Unidos, séptimo productor global de petróleo. Y que el presidente de la COP, Sultan Al Jaber, es también el CEO de la petrolera estatal del país Abu Dhabi National Oil Company (ADNOC). Además, más de 2400 lobbistas de la industria fósil ingresaron a la COP28 según la organización Global Witness.
“Por primera vez, hay señales importantes sobre combustibles fósiles. Hace tan solo un año, no estaba sobre la mesa. Y, ahora, hay referencias a transicionar todo el sistema energético. O sea, está COP dió énfasis al qué. Sin embargo, no dio señales del cómo”, manifestó Maurtua tras conocerse el texto final.
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La diferencia en las palabras y términos utilizados es todo en estas cumbres. Mientras menos específico sea un texto de decisión, más interpretaciones diferentes pueden hacer los países de acuerdo a sus intereses particulares. Eliminar o reducir el uso de combustibles fósiles es lo que muchas organizaciones y países estaban pidiendo; lo que se consiguió fue solamente una transición alejada de estos combustibles.
El significado de estas opciones puede explicarse comparándolos con alguien manejando un auto, explicó Chris Wright, fundador de la organización Climate Tracker. Eliminar el uso de combustibles fósiles significa girar a la izquierda. Reducir el uso de los mismos es pisar los frenos y prepararse para girar. La transición alejada de los fósiles es Google Maps avisándole al conductor que en 100 metros se acerca un giro a la izquierda. No necesariamente la persona va a girar, no necesariamente va a empezar a pisar los frenos, solo sabe que eso vendrá en el futuro.
Si bien se acordó un Balance Global, la Alianza de Pequeños Estados Insulares -conocida como AOSIS- fue uno de los sectores que expresó su disconformidad. “El texto no habla específicamente de la eliminación gradual y la mitigación de los combustibles fósiles de una manera que de hecho es el cambio radical que se necesita”, manifestaron. Estos países son extremadamente vulnerables a los efectos del cambio climático, especialmente al aumento del nivel del mar.
Otra queja al texto final se dio por la falta de mención al apoyo económico que necesitan los países en desarrollo para realizar una transición justa. Como establece el Convenio Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, los países más contaminantes deben apoyar financieramente a los países que menos han contribuido al problema; sin embargo este principio no aparece explícitamente en el Balance Global. “Este acuerdo sigue estando plagado de lagunas, carece de plazos y no proporciona el apoyo que la mayoría de la población mundial va a necesitar para financiar la rápida transición que ahora se requiere”, manifestó al respecto Linda Kalcher directora ejecutiva de Perspectivas Estratégicas, una organización que busca impulsar la acción climática en la Unión Europea.
La falta de financiamiento internacional para la transición energética fue uno de los principales reclamos de muchos países de América Latina durante la COP28, incluida Argentina.
¿Qué implicaría para la Argentina abandonar los combustibles fósiles?
Si bien la decisión de la COP28 tuvo un lenguaje débil en relación a los principales causantes del cambio climático, expertos consultados coincidieron en que la eliminación de los combustibles fósiles va a terminar apareciendo en las negociaciones climáticas.
“Quizás logren demorarlo ahora, pero en el 2030 va a aparecer, esto es paso a paso”, manifestó a El Doce Juan Carlos Villalonga, consultor en energías renovables y ex diputado nacional. “Ya hay gente hablando sobre cómo se puede construir un phase out (eliminación de combustibles fósiles) en la COP30 de Brasil”, expresó a El Doce Ricardo Lacerda, miembro del Instituto de Energía y Medio Ambiente de Brasil.
En el mismo sentido se expresó Antonio Guterres, el secretario general de Naciones Unidas: “Les guste o no, la eliminación gradual de los combustibles fósiles es inevitable. Esperemos que no llegue demasiado tarde”.
En este contexto la Argentina tiene proyectos para seguir explotando estos combustibles. El plan de energía a 2030 señala que la transición se va a financiar con el desarrollo del complejo hidrocarburífero y principalmente con la exportación de gas no convencional de la cuenca de Vaca Muerta. Sin embargo, estos planes contradicen los compromisos climáticos del país y podrían quedar fuera de la línea que siguen las negociaciones climáticas internacionales. Esto es así ya que el país aún necesita varios años para posicionarse como un exportador relevante, expresó Villalonga. “Si se logra encaminar la eliminación de combustibles fósiles, Argentina va a tener que enterrar esa idea loca de que vamos a convertirnos en una potencia exportadora de gas natural licuado”, agregó.
“Hay un riesgo real de que Argentina, Brasil y América Latina queden con inversiones e infraestructura que tal vez no pueda ser utilizada”, expresó Lacerda. Pero aclaró que dependerá de cuántos años se tarde en avanzar en la eliminación del uso de combustibles fósiles.
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Por ahora la cumbre climática de Naciones Unidas no alcanzó ese consenso y además reconoció el rol de los combustibles de transición en esta transformación, por lo que el gas de Vaca Muerta entraría todavía en los parámetros de la decisión de la COP28. Al momento, la cumbre habilita su uso y podría tomarse como un aval a ampliar las explotaciones de este combustible.
¿Hasta cuándo podría usarse el gas para la transición energética? ¿Cuándo los países comenzarán a dejar atrás los combustibles fósiles? ¿Quiénes serán los primeros en hacerlo? son algunas de las dudas que deja sin responder el Balance Global, y que abren la puerta a la interpretación de los países, con el riesgo de que utilicen la inexactitud para no aumentar sus acciones contra el cambio climático.