Una historia macabra y terrorífica. Antonio, un niño de cuatro años, fue víctima de la peor pesadilla. Su madre, Amelia DiStasio, lo mató quemándolo con aceite en la bañera de su casa porque creía que era un “caníbal”.
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Esa noche, los vecinos lo escucharon gritar desesperadamente: “¡Mamá, por favor, no vuelvas a hacerlo!”, a lo que ella le responde: “¡Callate!”. Minutos más tarde, comenzaron a ver el humo que salía de la casa e inmediatamente alertaron a la Policía.
La mujer escapó por una ventana de la vivienda. Cuando los oficiales llegaron al lugar, se encontraron con la escena del crimen: estaba el cuerpo del nene con las manos atadas a la espalda con cinturones, además de la botella de aceite con la que habría rociado a su hijo autista.
DiStasio fue detenida luego de que la apareciera vagando por la zona. Antes de cometer semejante aberración, había buscado por Internet a través de su celular cómo matar a un caníbal. Los usuarios del foro, donde encontró la infromación, sugerían “matar con fuego” a los caníbales y que les gustaba “bañarse en aceite”.
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El hecho ocurrió el Milwaukee, Wisconsin (Estados Unidos). El padre de Antonio aseguró que la mujer tenía problemas mentales. Además, pidió que su hijo descansara en paz: “Ahora espero que Antonio esté en el cielo y rezo para que Amelia reciba ayuda”.