Creció la tensión entre ambas potencias, en las últimas horas. Los rusos reforzarán su flota en el Mediterraneo con dos corbetas Steregushchiy, un remolcador de alta mar y una flota de reabastecimiento. Las naves llegarán en los próximos días.
En el Puerto de Tartus, ya hay otros diez navíos. La base puede albergar hasta once barcos más. Son ultra sofisticados y fueron construidos en 2008. Están diseñados para la lucha entre buques de superficie y submarinos. Llevan hasta ocho misiles teledirigidos de largo alcance.
Mientras tanto, Tillerson se reúne este miércoles con Vladimir Putin, en el Kremlin. Lleva el respaldo unánime del G-7 y un mensaje claro. Siria no tiene futuro con Al. Assad al mando.
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Antes de enviar los barcos de guerra, el gobiern o ruso tildó de "absurdo" dejar de apoyar al régimen. Esta decisión "implicaría renunciar a la lucha contra el Estado Islámico", advirtieron.
Estados Unidos mantiene en el Mediterraneo, una limitada fuerza naval en el Puerto de Rota, en España.