Un colegio primario estaba festejando su último día de clases en la localidad de Devonport, en la isla de Tasmania, Australia. Sin embargo, en un momento se desató un fatal accidente.
Un castillo inflable se voló hasta diez metros de altura y murieron cinco alumnos que estaban jugando. Las víctimas tenían entre 10 y 12 años.
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Primero se confirmó el fallecimiento de dos niñas y dos niños. Luego, aseguraron la muerte de un quinto menor en el hospital donde fue derivado con graves heridas.
Según la investigación de dicho país, todo se produjo a raíz de una fuerte ráfaga de viento. "Estos niños estaban celebrando su último día de escuela. En lugar de eso, todos estamos de luto por su pérdida", expresó Darren Hine, comisionado de policía de Tasmania.
Por otra parte, el Primer Ministro, Scott Morrison, dijo a los medios que estaba "destrozado por esta tragedia inimaginable". Además, aseguró que pondrá a disposición los recursos necesarios para ayudar a las familias y a la comunidad afectada.