Los dos terremotos que se registraron la semana pasada en Medio Oriente diezmaron a decenas de ciudades en Turquía y Siria. A la fecha, se registraron más de 33 mil muertes.
Sin embargo, el jefe de servicios humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, alertó que el número final de fatalidades podría ser mucho más elevado. “Creo que es difícil estimar (los fallecidos) con precisión ya que hay que llegar hasta debajo de las ruinas, pero estoy seguro de que se van a duplicar o incluso más", indicó.
La tragedia impactó más a Turquía, en donde ocurrieron cerca 30 mil de las muertes. Aún así, en Siria ya hay casi 11 millones de sobrevivientes afectados.
Tensión, levantamientos, detenciones y elecciones
La tensión escala en la nación turca. Según publicó la BBC se desataron enfrentamientos entre distintas fracciones en medio de la crisis humanitaria.
Rescatistas alemanes y austríacos tuvieron que interrumpir sus labores producto de los disturbios ocasionados por grupos no identificados en la provincia de Hatay. "La agresión crece", remarcaron.
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Por su parte, el Gobierno ordenó 113 detenciones en distintas empresas de construcción. Los señalan como los principales responsables de la tragedia por no preparar los edificios para temblores.
Sin embargo, especialistas en ingeniería indicaron que muchas de las construcciones no cumplían con las medidas de seguridad necesarias y denunciaron corrupción y complicidad por parte del Estado, que habría hecho la vista gorda.
En este contexto el presidente Recep Tayyip Erdogan visitó algunas de las regiones más afectadas y dejó una polémica frase. Aseguró que "estas cosas siempre han sucedido" y disparó: "Es parte del plan del destino".
Cabe recordar que Erdogan lidera el Ejecutivo desde hace más de 20 años. En 2002 asumió como primer ministro y desde 2014 es presidente. Apuntará a mantenerse en el cargo en las elecciones de los próximos meses.