Un bombardeo áereo en la localidad de Jan Shijún, al sur de la provincia de Idleb (norte de Siria), causó la muerte de al menos 70 personas, entre ellas, 10 eran niños. Además, 160 resultaron heridas.
El Ejército Árabe Sirio negó que hubiera atacado con químicos. Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos del lugar aseguran que utilizaron un veneno tóxico y mortal.
La ONG, Unión de las Organizaciones de Socorro y Auxilio Médicos (UOSSM), sostiene que se usó un agente nervioso conocido como el gas sarín, inventado en Alemania en la década de 1930.
Para ser más simples: es mucho más fuerte que el cianuro. Se trata de un líquido incoloro y sin sabor que se convierte rápidamente en vapor. Expertos aseguran que, una gota del tamaño de una cabeza de un alfiler, puede ser fatal en menos de dos minutos.
¿Cuáles son los síntomas? Los efectos son variables: mocos, baba, dolor en los ojos, visión borrosa, problemas respiratorios, náuseas, vómitos, diarrea y convulsiones.
De acuerdo a investigaciones, se cree que Siria empezó a producir este agente nervioso en 1980, convirtiendo varias plantas de pesticidas en fábricas de este veneno.