El terrible hecho sucedió el 21 de octubre 2017, cuando el pequeño Elliot Procter, de apenas 18 meses, cayó de un sexto piso desde el departamento en el que vivía en Newcastle.
Su madre, Gemma Procter, de 23 años, confesó que mató a su hijo. Pero aclaró que no se trató de un asesinato, sino de un homicidio involuntario. Confesó su responsabilidad, pero negó que se tratara de un asesinato.
No se revelaron detalles de lo sucedido en el edificio en 2017 y la audiencia solo duró 10 minutos.
La fiscal Kama Melly aceptó el alegato y dijo que dos psiquiatras la habían evaluado a la joven y estaban de acuerdo con sus conclusiones.
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Vamos a resolver este asunto, pase lo que pase, cuando todos los médicos y quienes tengan algo que decir me lo informen", le manifestó el juez a Gemma.
Además, se informó que la sentencia será el 15 de junio y hasta esa fecha la acusada permanecerá bajo custodia policial.