Una distracción y una irresponsabilidad terminaron combinándose para que una beba muera ahogada en una bañera. La madre, la británica Kayla Lynton, enfrenta una acusación por negligencia y podría ser condenada a hasta 9 años de cárcel en el juicio que se desarrolla en Tel Aviv, Israel.
En su primera declaración, Kayla dijo que dejó a la beba para hacer sus necesidades en el baño. Los investigadores centran sus sospechas en el posible uso del celular por parte de la mujer, que no se percató de la agonía de la criatura de seis meses, llamada Naomi. Medios locales aseguraron que investigan un lapso de 10 minutos en el que ocurrió el ahogamiento, mientras aparentemente Lynton navegaba por Facebook e Instagram.
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La tragedia ocurrió durante junio pasado. A las 3 de la tarde de aquel día, la madre llamó al marido para darle la peor noticia: Naomi estaba inconsciente debajo del agua de la bañera. Tras una semana en coma, la beba murió y los padres decidieron donar los riñones a otra nena.
De acuerdo al diario inglés Mirror, ahora enfrenta acusaciones múltiples: causar lesiones graves a los indefensos, abandono de un menor o de una persona incapaz de satisfacer sus propias necesidades, lesiones por negligencia y supervisión negligente de un niño.
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"Kayla no sabe qué hacer consigo misma. Después de ver que Naomi estaba inconsciente, trató de reanimarla y llamó a emergencias y a la policía. Ahora estamos esperando que decidan si la acusarán y por qué", explicó la abogada de la madre, Ofer Bartal.