El día clave para el ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela terminó con la peor imagen: tres camiones cargados con alimentos y medicinas fueron prendidos fuego en el puente Francisco de Paula Santander, en la frontera con Colombia.
La ONG World Central Kitchen, una de las que participó de los envíos solidarios, informó que el fuego tomó al primer camión de la caravana y luego alcanzó al segundo y al tercero. Por fortuna, lograron retirar la mayor parte de la carga, que volvió a territorio colombiano.
Juan Guaidó, presidente interino reconocido por una amplia lista de países, denunció que el chavismo provocó las llamas. "El régimen usurpador se vale de los actos más viles e intenta quemar el camión con ayuda humanitaria que se encuentra en Ureña", expresó en las redes sociales.
Muertos
En la otra frontera, la de Brasil, también hubo serios incidentes. Diputados opositores advirtieron que cuatro indígenas de la comunidad pemón fueron asesinados durante la represión, que también habría dejado 20 heridos de bala.
"Lo que ocurre en Santa Elena de Uairén es una masacre contra el pueblo indígena pemón: contabilizamos al menos 4 personas asesinadas", denunció el dirigente Juan Mejía en un conferencia de prensa.
Maduro desafía
En Caracas, Nicolás Maduro anunció el fin de las relaciones con Colombia y puso un plazo de 24 horas para que los diplomáticos se retiren del país. "La paciencia se agotó, no podemos seguir soportando que se preste el territorio de Colombia para una agresión contra Venezuela. ¡Fuera de aquí, oligarquía!", gritó el dictador, que acusó de "fascista" al presidente colombiano, Iván Duque.