El oso polar sorprendió al hombre cuando se preparaba para hacer descender de un crucero a un contingente de visitantes, en el archipiélago noruego de Svalbard, en el Ártico. No le dio tiempo a nada. En pocos segundos, lo tenía entre sus colmillos y las garras.
Desesperados y a los gritos, la gente pidió ayuda. Uno de los empleados de la empresa alemana Hapag-Lloyd Cruises reaccionó, sacó un arma de fuego y le tiró a matar. “Fue un acto en defensa propio”, indicó la compañía.
El guía sufrió heridas graves en la cabeza pero salió con vida del horrible momento. Sin embargo, el animal que está en vías de extinción se desangró y murió. La empresa explicó que tenía autorización "de las autoridades locales" para desembarcar.
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La muerte del oso desató un fuerte debate sobre el aumento de los tours a esas zonas del Ártico. La mayoría viaja a la zona para ver a estos ejemplares en estado salvaje.