El auto estaba abierto y con las llaves puestas. Tres adolescentes se subieron al Maserati, lo pusieron en marcha y lo robaron. Mientras eran perseguidos por policías, chocaron y uno de ellos murió en el acto. Los dos restantes fueron internados con heridas graves.
Todo sucedió el domingo último en San Petersburgo, en la costa oeste del estado de Florida, Estados Unidos. Un vez dentro del Maserati, se dirigieron hacia el este de la ciudad "sin las luces delanteras encendidas", detalló Bob Gualtieri, alguacil del condado de Pinellas.
En medio de la persecución policial, el conductor aceleró y el vehículo alcanzó una velocidad de 130 kilómetros por hora. A toda velocidad, el Maserati voló por encima de una vereda, chocó contra el cartel de un comercio y volcó.
Keondrick Lang (15) iba al volante. Lo acompañaban Malachi Daniels (16) y Mario Bonilla (15). Este último perdió la vida y los compañeros fueron trasladados a centros médicos.
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Según la oficina del alguacil de Pinellas, los agentes "respondieron inmediatamente prestando ayuda a los sospechosos". Daniels presenta "lesiones que amenazan su vida" y Lang se encuentra "con heridas críticas", detallaron.
El momento del siniestro quedó registrado por imágenes aéreas que captó la entidad policial. Ese organismo también mostró cómo el vehículo terminó completamente destruido.