El escándalo por la presunta red de corrupción que sacude al gobierno argentino tendrá consecuencias en el escenario internacional y, en particular, en Latinoamérica.
En Europa, la noticia generó inquietud en el gobierno que encabeza Giorgia Meloni, debido a la simpatía que la jefa del gobierno italiano ha mostrado hacia el presidente argentino.
Es posible que, de no revertir la sensación que generaron los audios de Spagnuolo, Meloni y otros líderes ultraconservadores empiecen a tomar distancia o, por lo menos, reduzcan las invitaciones al presidente argentino para participar en eventos de contenido ideológico.
Dentro del tembladeral que atraviesa su propio gobierno, el presidente del Gobierno español debe estar siguiendo con mucha alegría las noticias que llegan desde Buenos Aires. Ocurre que Pedro Sánchez ha sido hasta ahora el blanco de furibundos ataques por parte de Javier Milei, quien en varias ocasiones acusó al líder del PSOE y a su esposa, Begoña Gómez, de encabezar un aparato de corrupción dirigido desde el gobierno de España.
El diario madrileño El País, que es más cercano al PSOE que al PP y Vox, esta siguiendo el tema con atención y con mirada crítica hacia el gobierno argentino.
También en Estados Unidos la prensa más afín al progresismo reaccionó con atención y con expectativa sobre la actitud que adoptará Donald Trump si la investigación de la Justicia argentina corrobora las oscuras sospechas que caen sobre la hermana del presidente argentino y sobre dos figuras claves de su entorno: los primos Martín y Lule Menem.
En América Latina, el impacto sería más potente y comenzaría por los líderes ultraconservadores que ya han manifestado identificación con Javier Milei. Por caso, en Chile, de continuar creciendo la sospecha de una red de corrupción en un área tan sensible como la asistencia a las personas con discapacidad y en la que fue tan cuestionado el drástico recorte a las prestaciones que les hace el Estado, el más dañado va a ser Johannes Kaiser, el líder del Partido Nacional Libertario. También, aunque con menor intensidad, una abrupta caída de la imagen de Milei afectaría negativamente al candidato de la derecha dura, José Antonio Kast, quien de momento se mantiene primero en las encuestas.
Si no se revierte la sensación dominante en Argentina, tomaría distancia de Milei el candidato del conservadurismo duro en Bolivia, Jorge Quiroga, mientras que el ganador de la primera vuelta, Rodrigo Paz, no sería alcanzado por las esquirlas debido a que su posición centrista no lo asemeja al presidente argentino.
En Brasil hay expectativa en el impacto que tendrá este suceso en la familia Bolsonaro. El ex presidente Jair Bolsonaro probablemente no pueda volver a ser candidato por sus causas judiciales, pero sus hijos sí, y sus respectivas imágenes están muy ligadas a lo que representa política e ideológicamente Javier Milei. El impacto de este “coima-gate”, de no revertirse el clima de sospecha en el que quedó el gobierno argentino, tendría un impacto particularmente fuerte en la “marca Bolsonaro”.
Por el ex presidente ultraderechista de Brasil, Trump intervino personalmente sancionando a un juez supremo y aplicando aranceles asfixiantes para las exportaciones brasileñas para que el gobierno de Lula da Silva intervenga en favor de Jair Bolsonaro. ¿Presionará el presidente de los Estados Unidos también al Poder Judicial de la Argentina para salvar a Javier Milei, si este caso debilitara demasiado a su gobierno y lo acercara al banquillo de los acusados?