Más de uno se ha sorprendido en estos días creyendo en algo.
Tanto habla la ciencia, tanto dicen los medios y hoy a nosotros nos gustó creer en algo.
Entramos a Alta Gracia desde Falda del Carmen. Es una de esas tardes bellas bajo el sol de otoño sin un soplo de viento. Será por eso que la plaza vacía, alfombrada de hojas amarillas merecía ser retratada en esa soledad que entregan las hamacas y los toboganes sin niños.
Keko bajó con la cámara, volvió agitado y me dijo: “Mirá”.
Entre los bancos había un puñado de revistas que quedaron soportando los días solitarios, incluso la lluvia del fin de semana que las aplastó como el silencio que dejan los días sin gente en la calle.
En uno de los bancos la toma justa estaba esperando. Una de las publicaciones con un título en italiano: Uno sguardo sugli affascinante.
Keko no sabía el significado (yo tampoco, hasta que después en la sala de camarógrafos del canal, googleamos la traducción).
+ MIRÁ MÁS: El arte de esperar
Lo que a Keko le llamó la atención era la científica y su barbijo en la búsqueda de laboratorio, tirada ahí en una plaza sin niños por la pandemia.
En la misma toma que dura no más de 14 segundos pasa todo. Las hojas de aquella revista italiana giran caprichosas por un soplito de otoño que se hizo presente. Una página, dos páginas, y todo se frena en la tercera hoja.
Un vitral colorido que retrata una Virgen María a la que le reza una niña, y en la página siguiente está la foto de una recreación donde la “Madonna” le regresa una niña al padre.
Le mostramos la foto a Sebastián Pfaffen y se encargó de averiguar. Es Nuestra Señora del Milagro en Morbio Inferiore, límite suizo con Italia, cerca de Milán.
Volvimos con Keko Enrique en esos días que necesitamos creer.
+ MIRÁ MÁS: Vos también merecés un aplauso
Él y yo les queríamos contar esta historia.
¡Ah! Detalle final. La traducción del título de la foto de la científica con barbijo quiere de decir: “Una mirada a lo fascinante”.