No es un chiste, ni una falsa cadena vía whatsapp, tampoco una de las desopilantes investigaciones difundidas por los geniales Les Luthiers. El descubrimiento del que hablo, tiene como marco el área de investigaciones sociales y evolutiva de neurociencia de la Universidad de Oxford, en Inglaterra.
Si bien es cierto que el responsable de financiar la investigación es una conocida marca de cerveza y, quizás por eso, se recomienda tomar bebidas espirituosas en el tiempo libre, las conclusiones son universables y aplicables a la mayoría de las sociedades occidentales: para ser feliz hay que salir.
Tiempo libre. No importa lo que se haga, mientras genere sensación de plenitud. Puede ser un partido de fútbol, un recital, una charla de amigos o simplemente juntarse a hacer nada. La idea es dedicarle tiempo a los amigos y, por lo tanto, a uno mismo también. Sin compromiso, sin presiones, sin horarios, sin estrés.
El mayor problema. La falta de tiempo, las responsabilidades, los horarios ajustados y, principalmente las novias, esposas y amantes, son las responsables de la falta de actividad entre amigos. Sin embargo, esas mujeres deberían saber que el buen momento con los amigos, beneficia y mejora, de manera directa, la relación con la familia y el desarrollo profesional.
Mejores amigos. El beneficio a la salud y a las relaciones personales, es directamente proporcional a la cercanía que sentimos hacia las peronas con las que nos juntamos. Cuanto más profundo es el tipo de amistad, mayor es el beneficio. Robin Dunbar es el psicólogo responsable de la investigación y asegura: “la salud de un hombre y su bienestar, mejoran si se junta con sus cuatro mejores amigos, dos veces por semana en reuniones donde `hagan cosas´. Además, los tiempos de recuperación ante enfermedades, son más rápidos”.
En este punto, los hombres deben saber que cuánto más chicos son los grupos, mayores son los beneficios. La intimidad y la cercanía permite situaciones más divertidas que generan enormes cantidad de endorfinas que nos permiten ser felices.
Cuidar las amistades. Mantener, a través del tiempo, las personas que valen la pena es difícil, conlleva trabajo pero el beneficio es enorme. Los amigos se eligen con cuidado y la estabilidad de la relación depende exclusivamente de los involucrados.
Ahora bien, juntarse con amigos, no es materia exclusiva de los hombres. Y, en defensa de todas aquellas mujeres indignadas con estos párrafos, la regla tiene que ser igual para todos. No importa el género, importa que todos, podamos abstraernos de muestras responsabilidades, por lo menos, dos veces por semana, y hagamos cosas que nos permita ser felices, el resto de la semana.
Y, ya que estamos, si hace días que no te juntás con amigos, llamalos, esta tarde sale el sol y el clima está perfecto para una buena juntada.