Algunos tips que recomendamos para que los padres se focalicen a la hora de pensar el vínculo con sus niños estudiantes tienen que ver con las variables “aprendizaje”, “consecución de objetivos” y “disfrutar”.
A raíz de una conversación con el Licenciado en Psicología, Octavio Novo, es que volcamos algunas líneas en esta columna.
El hecho de sentirnos realizados con la consecución de pequeños objetivos diarios es un principio importante que cabe inculcar a los más jóvenes y, como siempre, la mejor forma de hacerlo es a través del ejemplo.
Si estos perciben desde nuestra parte que, la vuelta a la rutina académica no necesariamente debe ser el salto de una situación placentera a una poco placentera, sino que es el comienzo de otro calendario plagado de cuestiones positivas, les estaremos dando una buena base sobre la que comenzar a construir.
Si bien las vacaciones nos ofrecen un cambio de contexto y suelen modificar algunas conductas concretas del niño respecto a su año académico, no suelen ser un período de “desactivación total” y es probable que nos encontremos con un alto porcentaje de similitudes en las rutinas del niño en el traspaso vacaciones-escuela:
- Su hijo/a va a seguir administrando el tiempo en base a deberes y tiempo de ocio.
- Va a seguir realizando actividades estimulantes que le mantienen en contacto con amigos, compañeros y familiares, al igual que en todas las etapas del año.
Por tanto, nuestra sugerencia central para conseguir que nuestros niños tengan una mayor sensación de continuidad, y de difuminar barreras entre distintos ámbitos (académicos, personales, deportivos, culturales, etc.) y calendarios anuales es:
¡Qué se sigan divirtiendo en cada actividad! Enseñarles a disfrutar de lo que hacen a través de la motivación por seguir aprendiendo cada día y que consigan lograr sus objetivos, académicos, deportivos, culturales, etc. sin sentir que se convierten en una pesada carga. El “disfrute” es la nafta del cerebro (aplica para niños y adultos).
Ejes que sirven como guía:
Consecución de objetivos:
El poner en práctica lo aprendido de forma exitosa nos lleva a lograr pequeños objetivos que cada vez son más grandes y apasionantes. Aprender a gestionar su tiempo es un gran aprendizaje que los niños deben recorrer. Si los objetivos no se cumplen, se entrena la resiliencia (capacidad para reponerse de situaciones adversas) como competencia fundamental en el mundo laboral y personal del mundo moderno.
Disfrutar:
Al conseguir objetivos de forma exitosa aparecen sentimientos de realización, confianza y eficacia que nos llevan a disfrutar de lo que hacemos y, consecuentemente, contribuyen de forma directa a nuestro bienestar diario manteniendo la motivación por seguir aprendiendo, consiguiendo así que la rueda siga girando y creando la inercia necesaria para sentir que uno es capaz de llevar a cabo todo aquello que se proponga.
Aprendizaje:
Entender el aprendizaje como primer punto de motivación nos llevará a estar preparados para hacer frente a todo tipo de retos.
Dicen que la única forma de no sentirse agobiado por el trabajo es apasionarse por lo que uno hace y formarse para hacerlo de la mejor manera. Por ello, que mejor forma de ayudar a nuestros niños a vivir el día a día, que enseñándoles a disfrutar -sea cual sea el ámbito o momento del año- que cada día se aprende algo nuevo y nunca es en vano, que no hay mayor satisfacción que recoger los frutos de un trabajo bien hecho y comprobar como el esfuerzo siempre se ve recompensado.
¡Que tengan una excelente vuelta al cole!