A finales del siglo pasado, Luis Juez se presentó en la interna justicialista para ser candidato a intendente. La perdió con Germán Kammerath (hoy es juzgado por supuesta corrupción en su gestión). Después fue director de Vialidad Provincial y Fiscal Anticorrupción. El gobernador De la Sota lo designó y después lo echó. Eso lo transformó en su principal opositor. Formó un partido nuevo que se llamó… Partido Nuevo. Y logró ser intendente en 2003. Usaba bigotes y su vice era su amigo Daniel Giacomino, trataba de corrupto a De la Sota y a la esposa Olga Riutort. Su primer concejal era el Pichi Campana. Quiso ser gobernador y según la Justicia Electoral perdió. Según él lo robaron. Se sacó los bigotes. Su Partido Nuevo cambió a Frente Nuevo y después a Frente Cívico. Fue amigo de Kirchner y después enemigo del kirchnerismo. Se peleó con Giacomino y Campana. Fue Senador de la Nación. Criticó a los radicales, se juntó con ellos por Macri. Fue jefe de campaña de Aguad en Juntos por Córdoba, se separó de Juntos por Córdoba. Ahora quiere volver a ser intendente. Su partido es Fuerza de la Gente y su candidata a vice, la misma Olga Riutort…
A fines del siglo pasado, Daniel Giacomino era director del Laboratorio de Hemoderivados. Dejo ese cargo para meterse en política y acompañar a su amigo Luis Juez en el Partido Nuevo. Fue cuatro años viceintendente y después ganó las elecciones en 2007 para sucederlo. Fue cuatro años intendente pero se peleó con Juez y se quedó sin partido. Se hizo kirchnerista y fue diputado nacional por el Frente para la Victoria. Ahora quiere volver a ser intendente. Tal vez vuelva al Concejo Deliberante que presidió como viceintendente.
A fines del siglo pasado, Ramón Javier Mestre era sólo el joven hijo de Ramón Bautista Mestre, el histórico intendente radical de Córdoba por ocho años y gobernador de la provincia por cuatro. Creció y se metió en política. Fue presidente del Comité Capital del partido. Quiso ser intendente y terminó siendo concejal, fue elegido Senador Nacional por seis años pero sólo duró dos en el Congreso. Quiso ser intendente de nuevo y lo logró en 2011. Todavía lo es. Dice que llegó a la mitad del camino y, por eso, quiere seguirlo siendo por cuatro años más.
A fines del siglo pasado, Esteba Dómina era Diputado Nacional por el justicialismo. Antes, ya había sido Senador provincial. Después fue Diputado Provincial, Convencional Constituyente de la provincia y Ministro de Finanzas del gobierno de De la Sota. Siempre dentro del PJ (luego Unión por Córdoba). Siempre fue escritor e historiador. Tuvo otros cargos en el Estado.En 2011 quiso ser intendente pero terminó siendo concejal por el Frente Cívico de Luis Juez, el peor enemigo de De la Sota. Sigue queriendo ser intendente pero ahora por la Unión por Córdoba de De la Sota y enfrentando a Luis Juez.
A fines del siglo pasado, Tomás Méndez era un joven periodista. Hacía un programa en el cable que después pasó a un canal de aire. Su compañero de fórmula televisiva era el abogado Carlos Hairabedian. Se hizo conocido por denunciar a los políticos utilizando cámaras ocultas. Ahora el político es él y usan las cámaras ocultas para denunciarlo. Se peleó con Hairabedian. Y también con sus compañeros de canal que hasta firmaron un comunicado para repudiarlo. Quiere ser intendente y del programa de tele le quedó el nombre de su partido.
A fines del siglo pasado, los principales problemas de la ciudad eran el transporte, la basura y los empleados.
Respecto al transporte, ya no está el 60, tampoco los minibuses diferenciales. Tuvimos líneas troncales y puntos de transferencia, mantuvimos los trolebuses pero el subte nunca llegó. Ya no están la histórica empresa Ciudad de Córdoba ni a la estatal Tamse. Sigue Coniferal y se sumaron Ersa y Autobuses. Lo que nunca cambió son las quejas de los usuarios por las malas frecuencias y los continuos paros de los choferes de UTA.
Respecto a la basura, ya no está Cliba. Ahora están Lusa y Cotreco. En el medio estuvo la municipal Crese. Los centros de reciclados siguen “verdes”. Los residuos ya no se entierran en Bouwer pero tampoco en un lugar definitivo. Los que parecen definitivos son los basurales ilegales en cualquier punto de la ciudad.
Respecto a los empleados, cada vez fueron más. Hubo nombramientos a dedo y nombramientos por concurso. A algunos intendentes les hicieron más paros que a otros pero a los aumentos de sueldo siempre los consiguieron. Y lo que no cambió nunca es la sensación de que a muchos no les gusta trabajar.
El domingo volvemos a elegir intendente de Córdoba. De los cinco principales candidatos, dos son abogados, uno contador, uno Licenciado en Química Farmacéutica y uno periodista. Tres ya fueron intendente y quieren repetir. Algunos fueron amigos y ahora son enemigos. Algunos estuvieron juntos y ahora bien separados. No sé quién ganará esta vez. Sólo espero que esta vez gane la ciudad.