Con el imponente escenario de la precordillera nevada, que aquí llaman el Cordón del Plata, con el volcán Tupungato como su montaña más alta, recorrimos cada uno de los cuarteles donde se cosechan las uvas Cabernet Sauvignon, Malbec y Petit Verdot que forman parte de este auténtico vino de lujo.
El italiano Lorenzo Pasquini, enólogo, con una foja de vinificación en Burdeos, California y la Toscana, nos explicó el ADN de Cheval des Andes, un vino de precisión, elegante como un diamante, fresco y especiado.
Apenas 60 mil botellas que llevan bien alto el estandarte de la fama del Malbec argentino que proviene de viñedos de 90 años, y la experiencia francesa de Cheval Blanc, el archiconocido chateau francés que decidió invertir en Argentina, junto a Terrazas del grupo Chandon, en 44 hectareas de viñedos en Las Compuertas y Finca Altamira.
Ningun detalle librado al azar. Desde el Rambler Classic modelo 1965, impecable, con el que nos llevaron a la bodega, hasta la jardinera tracción a sangre con la que recorrimos los viñedos, para culminar con un almuerzo de cuatro pasos de la cheff Noelia Squiazzatto.