Todos los cambios generan miedos, dudas y también un poco de resistencia. Es que la rutina, y la previsibilidad son la base de la tranquilidad y la planificación. Todo eso se ha modificado y quizás en nuestra experiencia podamos encontrar algunos puntos en común con todos aquellos que de un día para el otro, se encontraron haciendo teletrabajo.
El ámbito laboral y personal se fusiona. Desde la revolución industrial estos espacios transitan por caminos separados, estamos acostumbrados a que sea de esa manera. Y si bien, hoy muchas profesiones ya manejan el teletrabajo, nunca se dio, antes de la pandemia del Coronavirus, que todos debemos hacerlo.
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No es una elección. La decisión nos llega de golpe, forzada y repentina, nos sorprende y aunque tiene una argumentación irrefutable, nos genera una respuesta emocional. Cuando nosotros no elegimos algo, podemos incluso, producir rebeldía.
La pregunta más profunda y reiterada es “¿Hasta cuándo seguirá esta situación?” Nadie tiene la respuesta
En muchos casos, esa rebeldía está originada en el miedo. Miedo a no poder realizar bien el trabajo. Miedo a no manejar las herramientas adecuadas para cumplir con lo que se me pide. Miedo a perder el espacio y el lugar que cada uno ocupa de manera presencial. Miedo al cambio de roles.
En definitiva, miedo a perder el trabajo. Una situación que además, debe ser leída en un contexto social y económico complejo de la Argentina.
Sin prueba piloto. En nuestro trabajo, como en muchos otros, antes de implementar un cambio o introducir una innovación, se ensaya, se miden los resultados y se corrige lo necesario.
Esta vez no hubo tiempo y debemos aprender sobre la marcha. Tampoco tenemos modelos a seguir, esto es nuevo para todos. El mapa de recorrido lo vamos escribiendo juntos.
La incertidumbre. La pregunta más profunda y reiterada es “¿hasta cuándo seguirá esta situación?” Nadie tiene la respuesta.
La mejor opción: buscar la manera de atravesar el momento que nos toca vivir. Aprender de esta situación y gestionar la capacidad de vivir el presente.
Diseñar una estrategia. Todos los especialistas aconsejan mantener una rutina, organizar los espacios y los tiempos con el resto de la familia y mantener todos los hábitos saludables de vida en general: descansar bien, comer sano y hacer ejercicio.
El equipo de Arriba Córdoba. Cada uno de nosotros le pone su toque personal y lo vive de una manera diferente. Hoy, todos sentimos nervios. Nunca antes salimos en vivo desde casa, desde la intimidad de nuestros hogares. Esta fue la sensación de cada uno de los que nos tocó esta vez, quedarnos en casa.
El hombre de los vinilos.
Desde Alta Córdoba, Roberto Battaglino nos cuenta: “Es muy particular sentir que el lugar en el que te deberías sentir más cómodo y más protegido, tu propia casa, se transforma en un lugar extraño y hasta casi hostil.
Hace rato que hago teletrabajo, que hago muchas cosas desde casa, pero lo de salir al aire en vivo, con todas las interacciones que le dan la impronta a Arriba Córdoba, me resultó casi estresante en el primer día.
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Ya nos vamos a aflojar. En el plano de las sensaciones, fue parecido a que me pasa con mis seres queridos, esos que verlos un ratito en una borrosa videollamada te llenan el alma por estos particulares días. Así sentí a mis compañeritos hoy a la distancia”.
La mano touch
Desde Nueva Córdoba, Mariano Cardarelli nos cuenta: “Creo que en Arriba Córdoba el contacto, el diálogo y la interacción marca la diferencia en el formato. Ese es el gran desafío: no perder las miradas y el complemento entre los temas , las intervenciones y las participaciones a distancia. Es un capítulo aparte, la adaptación del equipo de producción y el área técnica que no para de trabajar para poner a punto la puesta de cada uno de nosotros”.