El deporte es un fenómeno de comparación social que expone a los participantes y al entorno como ningún otro fenómeno. No existen ranking de estudiantes secundarios, sólo un abanderado y un par de escoltas. No te vas al descenso en tu grupo de amigos ni tampoco te quedas en el banco en tu familia, porque otros son mejores que vos.
El deporte es muy singular, muy categórico y debemos aceptarlo tal cual es, y entender el rol que jugamos como adultos mayores dentro de este fenómeno social. Estamos para acompañar y enriquecer la experiencia deportiva de nuestros niños. Dentro de este marco es que nos interesa volcar algunas sugerencias para favorecer el disfrute de nuestros niños deportistas:
1. Respetar la experiencia deportiva de los niños. No invadir, esa es la principal consigna. El deporte es de los niños y ellos deben vivir esa experiencia según sus emociones, sus conductas y sus decisiones. Los niños necesitan contar con un espacio propio para experimentar, para acertar y también para equivocarse. Los niños no son nuestros representantes dentro del deporte, son ellos mismos y necesitan ser ellos mismos. Por favor. No invadir.
2. Aprender a aprender. El deporte en ocasiones puede ser un fin pero siempre es un medio. Un camino adecuado para incorporar valores, experiencias, prácticas. El deporte nos enseña a socializar, a convivir con el otro diferente a mí, nos enseña a compartir y a competir. Debemos favorecer el aprendizaje del deporte y no mirar todo únicamente a través del resultado.
3. Desdramatizar. Muchas veces las cosas no salen como queremos, muchas veces nos equivocamos y debemos aprender a convivir con el error. La clave pasa por desdramatizar los errores o las caídas. Debemos despejar las consecuencias negativas asociadas al error. No a las catástrofes emocionales y a las recriminaciones interminables. Quitarle trascendencia a lo importante es el secreto.
4. Disfrutar del destino, pero mucho más del Camino. Los entrenamientos, las competencias, los viajes, los amigos nuevos, las nuevas ciudades, todo enriquece. Ganar es importante, pero no es lo único importante. Aprender a vivir el deporte con disfrute es la mejor enseñanza que le podemos dejar a nuestros niños, y no solo disfrutar de un buen resultado.
5. Frenar el avance virtual. La mejor manera de frenar el avance de los juegos en red y de las diferentes comunidades, es participar generando una experiencia deportiva cada vez más agradable. Muchos niños disfrutan más de lo virtual que de lo real, y eso tiene que ver con ellos, con las preferencias y particularidades de las nuevas generaciones, pero también tiene que ver con nosotros. En lo virtual pierden y se vuelve a iniciar sin drama. Lo hacen cuando quieren y cuando no quieren lo dejan. Lo hacen con sus amigos y excluyen a los mayores, es su espacio. Generemos una experiencia deportiva placentera para que conviva con la experiencia virtual.
El niño no es un adulto en miniatura, no es nuestra prolongación y muchos menos viene a este mundo a completar nuestra obra existencial. El niño quiere jugar, aprender, divertirse, ganar y crecer. El niño quiere ser grande una vez. Por favor, lo dejemos crecer.
Para mayor información ingresar en .