Los cordobeses ya lo sabemos. Cuando hace frío, cuando hace calor, cuando hay viento, cuando hay humedad, cuando hay sol, cuando está nublado… se corta la luz.
La energía eléctrica está sujeta a cualquier modificación climática y si uno pone en Google “anuncio inversión Epec”, los resultados se remontan a años y años.
La Empresa Provincial de Energía Eléctrica es que la que tiene peor imagen entre los cordobeses. Y algo de mérito ha hecho.
Otra empresa de servicios provinciales ha salido a disputar ese lugar. Aguas Cordobesas, que a diferencia de la estatal Epec es una privada a cargo de la concesión de la provisión de agua potable, viene anunciando cortes de suministro ante cada temporal.
Pasó este fin de semana cuando se produjo una interrupción en el servicio en los barrios atendidos por la planta de Bouwer, que recibe el agua del canal Los Molinos. De ese embalse llega un tercio del agua que se consume en la Capital.
El canal fue pensado en los año ‘60 del siglo pasado y se terminó en los ‘80. Es a cielo abierto, lo cual queda expuesto a evaporación y contaminación a lo largo de su recorrido. Se deterioró tanto que más de la mitad del agua que sale de Los Molinos se pierde en el camino.
Los anuncios de canalización se remontan al primer mandato de José Manuel de la Sota, cuando recién comenzaba este siglo. Se anunció, se licitó y se está construyendo. Pero al ritmo que suelen tener las obras públicas. Está prometida su finalización para este 2018.
Prometida. Como tantas veces se prometió que no se cortaría más la luz.