Una licencia de maternidad de tres, cuatro o seis meses, en el mejor de los casos, tiene lógica.
Apenas nace el bebé sentimos que ese tiempo nunca va a ser suficiente, que ellos nos necesitan todo el día a su lado.
Pero al menos en mi experiencia he descubierto que, como lo repetía uno de los libros que leí durante el embarazo, “hoy no es siempre”. Los chicos van cambiando y los tiempos se van acomodando.
+ MIRÁ MÁS: 6 de julio en Córdoba: cómo será la actividad el “feriado”
Es un proceso que se modifica día a día. Esas primeras noches en casa, casi sin dormir y paseando con el cochecito entre teta y teta, fueron quedando atrás casi sin darme cuenta. Hoy los tirones de sueño son un poquito más largos y el bebé no se despabila tanto.
Como dice una bella canción de León Gieco, la vida es “todos los días un poco”.
Los seres humanos estamos hechos de procesos. Y así, sin querer queriendo, un día también nos empiezan a dar ganas de volver al trabajo, salir más de casa y dejar por unas horas al bebé.
La cuarentena nos enseñó que quedarnos en casa tiene muchas cosas buenas y que los vínculos más íntimos necesitan de ese tiempo de intimidad para conectarse profundamente.
En nuestro caso, mamás, eso se potenció con la licencia y aunque estemos cansadas de las limitaciones de la pandemia, con el tiempo seguramente veremos estas semanas como algo inolvidable que no se volverá a repetir.
El último tramo de una licencia de maternidad nos lleva a las mamás a soñar con ese día en el que “volvemos al ruedo”.
Pesadillas en las cuales ya no sabemos hacer nuestro trabajo, nos manchamos con leche materna la ropa o llegamos tarde a la oficina.
La serie "Working moms" refleja de manera divertida todo esto que nos pasa. Es una producción canadiense que aborda desde el humor lo que muchas mujeres mamás y profesionales sentimos.
Entramos en la cuenta regresiva y ahora más que nunca hay que disfrutar cada día. Pronto volveremos a correr con la rutina, a reencontrarnos con gente que extrañamos y tareas que nos apasionan.
Las dudas
Pero en casa todavía queda mucho por organizar. ¿Con quién dejaremos a nuestro bebé? ¿Podremos seguir con la lactancia materna y dominar al famoso sacaleche? ¿Y si el bebé no se adapta a nuestra ausencia? Todo un universo de preocupaciones.
Creo que la mejor manera es ocuparse desde ya y estar lo más organizados posible. Planificar el fin de la licencia nos ayuda a mantener la tranquilidad de que combinar maternidad y trabajo es posible.
+ MIRÁ MÁS: Córdoba: cerró sus puertas el tradicional restaurante La Perla
Recurrir a esa hermosa tribu de mujeres amigas, mujeres mamás sigue sumándonos. Porque la experiencia de otra nos ayuda a canalizar los propios miedos y dudas.
La cuarentena y la pandemia un día terminarán, como terminará esta etapa maravillosa de la licencia. Tenemos claro que nada es para siempre.
Pero vendrán nuevos desafíos y nuevos avances de los pequeños coronials que no dejan de sorprendernos. Sigamos fluyendo con lo que nos toca, valorando la buena salud y las oportunidades. Tal vez volver al trabajo y recuperar algo de tiempo para otras cosas fuera de casa nos hagan disfrutar aún más de la maternidad.