• Últimas noticias
  • Elecciones 2025
  • El Doce y vos
EN VIVO

Temas de hoy:

  • Elecciones 2025
  • Javier Milei
  • Tiempo
  • Inseguridad
  • Pablo Laurta

  • Talleres
  • Belgrano
  • Instituto
El DoceOpinión

Último tren a San Petersburgo

Somos cuatro y vamos a San Petersburgo. Un viaje que no nos entusiasma tanto después de Croacia. Estamos preocupados porque sacamos literas de tercera clase y no sabemos de qué podría tratarse.

Jorge Cuadrado
Por Jorge Cuadrado
23 de junio 2018, 21:41hs
Nigeria cambió el ánimo argentino de cara al último partido de la fase de grupos.
Nigeria cambió el ánimo argentino de cara al último partido de la fase de grupos.

El tren parece limpio y las literas no están tan mal. Se pueden poner las valijas bajo las camas de abajo o sobre las de arriba. Seguridad garantizada. Igual a mí, celoso guardián de mi intimidad, me preocupa la compañía.

¿Serás rusos? ¿Gritarán, comerán encima nuestro, se tirarán pedos? El vagón es abierto, no hay compartimentos en los que recluirse.

No dura mucho la expectativa. Dos minutos después de nosotros sube un grupo de chicos argentinos que rondará los veinte años. Parece una mezcla de tucumanos, sanjuaninos y quizás algún cordobés por el sobre uso de la palabra culiado.

+ MIRÁ MÁS: Argentina-Croacia: el partido que yo vi

Los chicos son chicos. Hablan fuerte, van y vienen con demasiada frecuencia, te meten el culo en la nariz para acomodar sus cosas. Cantan fuerte y mucho la canción de guerra del mundial (que, confieso, me ha saturado bastante) “Vamos Argentina, sabés que yo te quiero…”.

Pero de pronto nos une una causa común: Nigeria. El tren arranca cuando arranca el segundo tiempo contra Islandia y van cero a cero. Los que tenían señal de internet la pierden con el movimiento de una formación que tampoco tiene wi-fi. Igual la señal va y viene y alguien grita gol. Gooooool. Y entonces el vagón (repleto de argentinos) estalla. Los chicos primero. “Vamos Argentina, sabés que yo te quiero…”.

Esta vez se tolera. Sobre todo porque los grones meten el segundo ahí nomás. “Vamos Argentina, sabés que yo te quiero…”. La intermitencia de internet nos pone nerviosos. Los chicos peor. Corren a buscar agua caliente para el mate tres vagones por delante, rodean a la azafata rusa y la hacen hablar en castellano (afortunadamente sin segundas intenciones), piden hielo para tomar fernet.

La señal regresa en una parada. Islandia erra un penal. “Vamos Argentina, sabés que yo te quiero…”. La tribuna estalla en aplausos y canciones con el final del partido. Tenemos una nueva chance.

Último tren a San Petersburgo
Último tren a San Petersburgo

San Petersburgo ya no queda tan lejos ni tan triste. Los chicos festejan. Sacan los naipes, nos piden un pedacito de nuestros asientos para jugar un cuarto de truco. Les prestamos las “zapatillas” para que carguen los celulares en el único enchufe que parece haber en el vagón.

De a poco el cielo se oscurece. Ponen cumbia en un celular, pero como para que escuche todo el vagón. Soporto estoicamente para que no se me noten los años. Se envalentonan y van por el reguetón. Mi Dios. Añoro el “Vamos Argentina, sabés que yo te quiero…”. Por suerte alguien anuncia una guitarra y un salteño se envalentona. Canta lindo, rasca decorosamente. Al principio van algunas canciones tipo Gilda, cumbia tranqui, después la Champions Liga, Néstor en bloque, y van subiendo de tono. Ya el salteño no se escucha. Se escuchan los gritos de los otros. Llega Ulises, Rodrigo, mientras afuera oscurece y los que no somos los chicos queremos dormir.

Paso dos canciones tratando de decidirme. Les digo, no les digo, hasta que una mujer rubia, con pinta de rusa, se me adelanta y en perfecto castellano les dice: “Por qué no siguen la joda en otra parte”. Los chicos no creen entender qué significa “otra parte” en ese tren tan angosto pero al resto sí lo entienden y abandonan todo tipo de música por cualquier clase de instrumento. 

Terminamos de armar las camas. Intento subirme a mi cucheta por el único lado posible: los pies. Hay apenas un peldaño suelto para poner la zapatilla. El resto es a puro abdominales nomás porque no hay de dónde sostenerse. Hay que entrar de frente y cuerpo a tierra porque al mínimo intento de levantar la cabeza te desnucás contra el portaequipajes de arriba. Lo logro. Es mucho mérito, pero aún falta descalzarme sin golpear a nadie y taparme sin mover el cuerpo.

Duermo un poco encogido pero bien. Las horas que vienen me van a cobrar el esfuerzo en las rodillas, seguro. Los chicos también duermen. Uno de ellos murmura en el sueño, “vamos Argentina, sabés que yo te quiero…”.

Último tren a San Petersburgo
Último tren a San Petersburgo

Y llega el infaltable momento nocturno de ir al baño. Bajar no es tan difícil como subir pero tengo que apoyarme en la cama de enfrente, la del chico que canta dormido. Lo hago con suavidad y no lo despierto. Estoy en medias. No me importa el suelo del vagón, pero cuando llego al del baño tengo que levitar. Aprendo el significado de pringoso. Hay suficiente olor como para huir despavorido pero no puedo atentar más contra mi vejiga.

Estoy parado sobre las uñas de los dedos gordos, haciendo equilibrio de bailarina, tratando de no salpicar para no agregar mi sello al enchastre. Con mucho esfuerzo abdominal lo consigo. Me cuesta subir a la cucheta pero ya tengo experiencia. Y me quedo dormido con cierta facilidad.

Nos despertamos una hora antes de la llegada. Desayunamos lo del bolsito. Intercambiamos datos sobre la remontada suiza contra Serbia. Afuera es bosque más bosque. Hasta que llegamos a la estación de San Petersburgo. Los chicos demoran en bajar y traban al resto del vagón. La señora con pinta de rusa vuelve a mirarlos con desafío. Afuera parece haber un sol nigeriano. El martes sabremos si el regreso es feliz.

Leé también

Argentina sufrió una humillante goleada ante Croacia.

Argentina vs. Croacia: el partido que yo vi

El arquero de Islandia, que también es director de cine, le tapó un penal a Messi. / Foto: Reuters/Albert Gea

Argentina vs. Islandia: El partido que yo vi

Messi encabeza la lista de rosarinos en la Selección.

Tía Elda y la Selección de rosarinos

Lo más leído

1

El empresario detenido en Córdoba acusado de venderle armas al Comando Vermelho: cómo actuaba

2

Cerró su local en Córdoba tras recibir un disparo en un robo a plena luz del día

3

Robaron y profanaron una capilla en Córdoba: entraron por un ventiluz y se llevaron hasta el vino

4

Clausuraron mataderos clandestinos en Córdoba: secuestraron 300 kilos de carne y embutidos

5

De qué murió el adolescente encontrado en un arroyo en Ezeiza

Temas de la nota

Mundial Rusia 2018San Petersburgotrenseleccion argentinaNigeriafútbolRusia

Más notas sobre Opinión

Milei y Trump se reunieron en la Casa Blanca.

Alivio en la Casa Blanca por la victoria de Milei

Por Claudio Fantini
Javier Milei celebró el amplio triunfo de La Libertad Avanza.

Un triunfo “colosal”

Por Federico Tolchinsky
Milei sumó otra contundente victoria electoral.

Una victoria que no deja dudas pero sí enseñanzas

Por Roberto Battaglino
Los comentarios publicados en ElDoce podrán ser reproducidos parcial o totalmente en la pantalla de ElDoce, como así también las imágenes de los autores.

© 2025, TELECOR SACI

Seguinos en las redes

Últimas noticias

  • Horóscopo de Piscis de hoy: miércoles 29 de octubre de 2025
  • Horóscopo de Acuario de hoy: miércoles 29 de octubre de 2025
  • Horóscopo de Capricornio de hoy: miércoles 29 de octubre de 2025
  • Horóscopo de Sagitario de hoy: miércoles 29 de octubre de 2025

Secciones

  • Últimas noticias
  • Actualidad
  • Política
  • El Doce y vos
  • Cuarteteando
  • Agenda
  • Show
  • Deportes
  • Estadísticas Deportivas
  • Tendencias
  • Internacional
  • Opinión

Sitios amigos

  • TN
  • eltrece
  • Ciudad Magazine
  • Cucinare

Seguinos en las redes

© 2025, TELECOR SACI

Mapa del sitio
Términos y condiciones
Comunicados
Comercial