Sólo el 1% se quema en vertederos y las cenizas se entierran. Es tan eficiente el sistema que para que las plantas de gas y electricidad que usan residuos como combustible puedan funcionar al cien por ciento tienen que importar basura de Inglaterra, Irlanda e Italia entre otros países.
En Córdoba hasta hace poco discutimos si otorgarle patentes legales a los carreros para que vuelquen la basura en baldíos y basurales a cielo abierto donde los residuos no tienen ningún tratamiento.
En varias ciudades de Australia es obligatorio que las viviendas nuevas tengan paneles solares. Y aún sin obligatoriedad, durante este año la gente instaló paneles solares por su cuenta en tal cantidad que equivale a construir cuatro centrales eléctricas por año. En Argentina no se ha implementado ningún proyecto que contemple la utilización de energías renovables domiciliarias a escala nacional o provincial o en grandes ciudades.
En el mundo avanzan los sistemas de estacionamiento inteligentes que mediante el celular le avisan a un conductor los lugares de estacionamiento posibles en varias cuadras a la redonda. El conductor estaciona y a través del mismo teléfono se acredita el pago electrónico en la cuenta municipal o de la empresa que preste el servicio. En varias ciudades de la Argentina se siguen peleando los naranjitas o trapitos con los dueños de los autos.
Los ejemplos se repiten por decenas, por cientos, en todos los ámbitos. Y por las dudas, vale aclarar que en las ciudades y países citados la desocupación es cercana a cero y los trabajadores cuentan en su inmensa mayoría con salarios dignos y coberturas sociales y sanitarias.
Mientras nosotros discutimos lo que hace décadas no se discute con seriedad en ningún lado, el mundo nos queda cada vez más lejos.
Esta columna fue publicada en el programa Córdoba al Cuadrado de Radio Suquía – FM 96.5 – Córdoba – Argentina.