Se acabaron las discusiones, un día el mejor jugador del mundo dijo basta. Le dijo basta a la selección, le dijo basta a su país natal, le dijo basta a la ilusión de muchos que sólo adoramos ver su juego, que parece ser de otro planeta.
Aguantó demasiado, es una decisión que se veía venir. Yo no creo que perder cuatro finales sean una buena razón para abandonar la celeste y blanca, evidentemente se cansó. Se cansó de renegar con la AFA, se cansó de tener que validar su participación día a día, se cansó de las comparaciones y sobre todo (supongo) se cansó de un país ulta exigente que se ve a sí mismo como el mejor del mundo y tal vez, en una de esas, no lo sea.
¿Nunca se preguntaron porqué una persona que gana millones en Europa se pone la camiseta, viaja miles de kilómetros y hasta suspende o posterga sus vacaciones, solo para que del otro lado lo puteen?
Jamás vi a un jugador sufrir tanto por errar un penal. Las imágenes de la TV dan la vuelta al mundo, desconsolado, nervioso, llorando, abatido. Algún desprevenido me dirá que el llanto de Diego en la final de Italia 90 fue peor, no se trata de eso... o sÍ, tal vez sea eso. Maradona fue la sombra que nunca pudo superar Lio. Parece ser que los argentinos nos acostumbramos a vivir de los recuerdos y no disfrutar del presente.
Con comparaciones odiosas: que si canta el himno o si siente la camiseta. "A Diego le pegan y sigue jugando, este se tira", escuché más de una vez. Ninguna tiene sentido. No son contemporáneos, están separados por dos generaciones de futbolistas. Maradona ganó un mundial y Messi no. ¿Eso lo hace peor jugador? ¿eso lo hace menos? ¿eso demuestra que es inferior y no quiere la celeste y blanca?. Messi lleva 5 balones de oro y ¿eso le quita lo ganado a Maradona?
Desde mi humilde opinión, aquel que discute a Messi no conoce mucho de fútbol. Por lejos es ese tipo de jugadores que con la mirada, ¡sí!... solamente con la mirada, logra generar un espacio, ni hablar de sus condiciones con la pelota en los pies.
Hoy Messi dijo basta y (para seguir con las comparaciones) lo hizo en el mismo país que hace 22 años resonaba un "me cortaron las piernas" de Diego Maradona.
El adiós de Messi me dejó sin aliento, sin ganas y tal vez pase mucho tiempo hasta que vuelva a ver un partido de Argentina. Ya veré que le digo a mi hijo cuando lo veamos a Messi dar una nueva vuelta con el Barcelona y me pregunte: "¿Si es argentino porqué no juega con la selección?"
Seguramente, añoraremos su juego, desearemos que vuelva a jugar, y todo ¿para qué?... para volverlo a criticar.