El agua cruda es la materia prima más importante para la producción del agua potable. Esta nace en la naturaleza: las lluvias caen en las cuencas de los ríos y arrastran en su recorrido parte del suelo, resto de vegetales y otras impurezas, además de diversos microorganismos.
Luego, este recurso ingresa a los embalses, que son los encargados de regular los ríos y alimentar a las plantas potabilizadoras.
Al final de su recorrido, cuando el agua cruda ingresa a dichas plantas, inicia el proceso de potabilización, nombre que recibe el tratamiento destinado a convertir al agua en un recurso apto para el consumo humano.
En este proceso se remueven y eliminan todas las impurezas a través del uso de coagulantes y floculantes adecuados.
De esta manera, aquella agua cruda que ingresó como materia prima sale de las plantas hacia los hogares cordobeses siendo absolutamente potable.