Este tipo de tareas adquieren una importancia especial cuando se trata de macroobras, ya que permiten evitar potenciales riesgos que, más tarde, pueden representar altos costos.
Pero ¿cuáles son los aspectos claves para contratar una agencia de seguridad privada para una obra?
Un vigilador capacitado y experimentado, está preparado para detectar y prevenir siniestros. También está habilitado para ejercer como policía privada por los organismos correspondientes
A continuación, resumimos las claves de la seguridad privada en macroobras:
1. Registro de las personas y/o vehículos:
El personal de vigilancia privada tiene a su cargo el manejo y el control, tanto del ingreso como del egreso de personas y/o vehículos a las obras. Para cumplir con esta tarea de manera eficiente, todos los movimientos deben ser registrados sin excepción, utilizando las tecnologías adecuadas para cada cliente.
En algunos casos, las agencias gestionan de antemano un listado previamente elaborado por las empresas constructoras. De esta forma, pueden:
- Corroborar quiénes están autorizados para entrar o salir, sin demoras.
- Tener un nivel de control adicional, de que su ART está actualizado.
2. Inventarios
También resulta de vital importancia el control de stock, donde se lleve la cuenta de las herramientas de mano con las que se entra y se egresa de las obras. En estas ocasiones, se toma nota de quiénes las portan y se les pide que exhiban un recibo una vez que se disponen a salir.
3. Hasta el último rincón, hasta el último contenedor
La empresa de seguridad privada, cuando cuentan con personal experimentado y capacitado, se convierte en un obsesionado de las inspecciones periódicas de los espacios menos sospechados. Desde los volquetes de desperdicios hasta los lugares más recónditos de las construcciones, algún baño químico o un rincón en el subsuelo, todo es revisado constantemente, varias veces al día, ya que suelen ser lugares comunes donde se ocultan objetos.
4. Cargas y descargas
Los vigilantes prestan especial atención a estos momentos, que se repiten constantemente durante el día laboral. Sobre todo cuando se realizan en forma simultánea –es decir, en distintos puntos del perímetro–. En estos momentos, crecen las probabilidades de que se aprovechen estas situaciones para subir a los vehículos elementos que pertenecen a las construcciones.
5-Final de obra: el momento decisivo
Una vez que se aproxima el fin de una obra, sobreviene uno de los momentos clave en lo que respecta a la seguridad de una macroobra. Por un lado, porque resulta muy sencillo ocultar elementos y/o artefactos de pequeña dimensión entre la ropa y/o mochilas. Pero, por el otro, porque a estas alturas se produce el avance simultáneo de muchísimos gremios –carpinteros, yeseros, electricistas, colocadores, entre otros–. En los últimos momentos, la desaparición de objetos es un problema en sí, pero además, puede que se traten de elementos vitales que pondrán en riesgo la terminación de la obra a tiempo.
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