¿Por qué decimos esto? Porque al menos así, parece darse en parejas y personas que están buscando un bebé y por esas cosas de la vida, no lo están consiguiendo. En esos casos, ya sea evadiendo insistentes preguntas o con elocuentes silencios, quien busca un embarazo y no lo logra, siente de algún modo que no está respondiendo a los mandatos sociales y culturales en el que se mueve.
La reiteración de preguntas socialmente aceptadas del tipo: “¿Y ustedes para cuándo?” ¿Nunca pensaron en chicos?” “Qué linda mamá serías!”, o la simple inquietud del entorno, aunque no se ponga en palabras, producen cierto dolor y malestar a las personas que se encuentran en plena búsqueda.
Incluso, pueden hacerla más difícil y lo que a simple vista debería vivirse como una libre expresión del amor, se siente con algunas cuotas de angustia y otras de frustración. Sobre dicha problemática, son varios los especialistas en fertilidad que coinciden en que el factor emocional y psicológico, juega un papel importante a la hora de buscar un bebé. Y esto responde de igual manera tanto en una búsqueda natural, como en los distintos procesos de la reproducción asistida.
Sobre el tema, la psicóloga Teresa Rubin del equipo de la clínica de fertilidad CIGOR, nos introduce en algunas tensiones del exterior que influyen y no necesariamente de manera positiva. Sin más los dejamos con sus palabras que dan cuenta de su vasta experiencia profesional en el campo de la medicina reproductiva.
Para leer y por qué no también, para tomar nota y compartir.
Teresa Rubin, psicóloga especializada en el área de reproducción asistida.
1. Mandatos sociales
- “Tener hijos no es una obligación. Sin embargo, cuando el tiempo pasa sin lograrlo, las preguntas del entorno pueden volverse insistentes, fuera de lugar, marcando sin querer a la dificultad, como una desvalorización que deja a los protagonistas fuera del esquema familiar”.
2. Presión familiar
- “Hay familias en las que se siente mucho la presión para que tengan hijos y eso es muy doloroso a nivel emocional. Si la pareja está presionada por el contexto familiar o social es probable que le cueste asumir las indicaciones médicas. Hay momentos de confusión y malestar emocional que deben ser trabajados. Es conocida la recomendación (de buena voluntad) a la pareja de hacer un viaje, relajarse para que aparezca el embarazo. Lo que no saben quienes sugieren esto, es que puede ser que esa mujer o esa pareja, no cuentan con trompas o que sus ovarios no funcionan, o que el análisis de espermas da mal. ¡Y no lo saben porque no se suelen comunicar!”.
3. ¿Cómo acompañar?
- “Muchos pacientes no quieren decir de sus tratamientos, porque los familiares se ponen ansiosos y preguntan y preguntan. Un amigo, cuando la hija estaba en tratamiento me decía: ‘si le pregunto se enoja, si no le pregunto dice que no me interesa’. Y es así. Los padres pueden estar para lo que necesiten, pero siempre conviene esperar a ser informados, porque por lo general, son los primeros en enterarse”
4. Preguntas íntimas
- “Ha sido notable el cambio de actitud y la mejor disposición de las personas que recurren a la ayuda médica para lograr un embarazo, porque se sienten avalados y respetados ante una dificultad que tiene un gran peso de desvalorización social.
Respecto a las preguntas o comentarios que reciben, a mis pacientes les digo que quien pregunta, debe escuchar las respuestas; es decir, quien pregunta por algo tan íntimo como es la búsqueda de un hijo, debe aceptar las respuestas. Y las respuestas, son las que la persona o la pareja quieran y puedan dar”.
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